18/10/23
Eran los tiempos de la llamada "Primavera Árabe".
Los medios, pletóricos de un optimismo estúpido, hablaban del nacimiento de las democracias en países donde cultural, ideológica y teológicamente resulta imposible aplicar el contrato social debido a la naturaleza salvaje de unas poblaciones tribales.
Conversaba entonces con cierto sabio caraqueño, Noel Leal, sobre esta situación y las consecuencias regionales y globales de tales hechos.
Recordábamos lo escrito sobre el islam por parte de Giovanni Sartori, Oriana Fallaci, y recordamos también Samuel Huntington y El choque de las civilizaciones, y concluimos que el desastre hacia el cual se encaminaba occidente era inminente y casi sin solución.
Oleadas de invasiones disfrazadas de inmigración, masas de terroristas fanatizados por el Corán disfrazados de refugiados, con el consiguiente resultado: aumento exponencial de la criminalidad, establecimiento de guettos o non-go zones, degradación total de la calidad de vida, transculturizaciòn, sustitución demográfica, y finalmente, toma del poder en occidente.
Un hecho que especialmente recuerdo, el cual comentamos y analizamos en nuestro tono cínico y sintético habitual, era el episodio específico del derrocamiento de Hosni Mubarak en Egipto y el ascenso al poder de Mohamed Mursi, de los hermanos musulmanes.
El diálogo fue más o menos este:
- Noel, ahora salieron de un dictador que mantenía a raya a los islámicos y pusieron en el poder a un islamista. ¡Nada bueno!
- Jorge, yo lo que espero es ver cuando a los musulmanes se les ocurra plantear la voladura de las pirámides de Egipto. Cuando vean que la "primavera árabe" en realidad será un infierno, perdón, un invierno islámico, traen de vuelta a Mubarak, ¡y hasta le pedirán perdón!
Hubo una sonora carcajada. Cuando pudimos dejar de reír, seguimos comentando.
- Pero Noel, ¿en serio? Estos dementes son capaces de hacer mucho daño, pero, ¿destruir las pirámides de Egipto?
Ahí Noel explicó el talante fundamentalista del Islam, y como para ellos cualquier cosa que no sea musulmana es representación de la obra de los infieles, y por ello, va a por todo y contra todos.
- Entiendo perfectamente Noel, pero entonces, ¿traer de vuelta a Mubarak? ¿Y toda la cantidad de denuncias, de evidencias contra él?
- Bueno Jorge, conocemos muy bien la hipocresía de las instituciones políticas, todas.
La inútil Onu sólo se moviliza en serio y con rapidez cuando uno de sus hitos, vía unasco, perdón, Unesco, se ve amenazado. Las pirámides de Egipto, específicamente la de Guiza, son patrimonio cultural de la humanidad, una de las 7 maravillas del mundo, y te aseguro, llegado el momento, que si a los hermanos musulmanes se les ocurre derribarlas, la Unesco pegará un grito al cielo, la Onu pondrá en acción mecanismos habituales, derrocan a Mursi y traen de vuelta a Mubarak o a un allegado de confianza.
La conversación quedó ahí, como tantas otras, hasta que en diciembre de 2011, salió una noticia en la cual la facción de hermanos musulmanes, chiies, exigían la destrucción de las pirámides de Egipto, por ser estas una representación de la religión de infieles. Luego de un año de gobierno, derrocaron a Mursi tras un golpe militar, comandado por el jefe del Ejército y ministro de Defensa, mariscal Abdel Fatah Al Sisi, en un discurso televisado al país. Al Sisi compareció junto a un grupo de personalidades políticas, sociales y religiosas, como el ex premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, el jeque de la institución del Al Azhar (la más importante del islam suní), Ahmed Al Tayeb, y el papa copto Teodoro II.
Pasaron unos años, cuando decidí abandonar Venezuela y venir para España.
Me encontraba investigando sobre los posibles destinos, ya consciente de que el avance del islam en Europa era indetenible, gracias a instituciones y políticos que pregonaban, y aún lo hacen, la idiotez de la "alianza de civilizaciones", personajes estos llenos de resentimiento, oikofobia, progresismo y estupidez.
Vuelvo a conversar con Noel sobre el tema y recordamos la anécdota de la "tesis de las pirámides".
Buscando, investigando, me llamó la atención Lugo, ciudad pequeña en Galicia, que entre sus encantos cuenta con la Muralla Romana más antigua y mejor conservada de Europa, la cual ha sido declarada por la Unesco patrimonio histórico de la humanidad.
Aquí decidí afincarme, basado en lo conversado mi amigo y hermano Noel, esperando en lo personal, que, ante lo que consideramos el inicio de la tercera guerra mundial, detonada por la reacción defensiva de Israel ante el vil y cobarde ataque del cual fueron víctimas los asistentes a un concierto por la paz que tuvo lugar en la frontera israelí con Gaza.
Guerra la cual, por lo visto, no será con ejércitos formales sino en formato guerra civil moros contra cristianos, las mismas instituciones que crearon el problema de la invasiones islámicas en suelo europeo, sean mas diligentes en la protección de sus hitos de lo que han demostrado cuando de proteger a sus ciudadanos se trata.
Un caso aparte, es el episodio específico del cobarde y criminal ataque por parte de Hamas a un concierto cuyos asistentes en su gran mayoría, eran de tendencia progresista y pro palestina.
Ahí reside a mi juicio la realidad del islam. Como toda revolución, no tendrá ninguna compasión a la hora de deshacerse de sus llamados compañeros de viaje.
Sí, sé que esto último puede ser cruel expresarlo, pero cruel es la realidad, y esta está ahí para entenderla, y entonces actuar en consecuencia a ella.
En parte, de esto último se trata el ser un cínico esclarecido.