Teódulo López Meléndez / El fracaso de una construcción



18/7/13


Si algo podemos asegurar es el de un fracaso en los dos polos del conflicto venezolano. Ninguno de los dos ha logrado crear un sentido en medio de un entorno complejo. El mantenimiento conflictual no ha conducido a otra cosa que a la pérdida de un imaginario, a la fragmentación y atrincheramiento en posiciones secundarias y a un desgaje de la verdad en un simple juego de poder donde nadie se ocupa de verificar las proposiciones.

Quizás la enseñanza radique en la inviabilidad de los extremismos. Lo que vemos es la derrota de un cuerpo social de pensamiento débil. El conflicto procura acuartelarse en hechos puntuales que vienen tergiversados a voluntad provocando una inigualable ruptura entre ellos y sus significados. En otras palabras, lo que han logrado las partes enfrentadas es una ruptura de toda capacidad de percepción.

Estamos frente a un país que ha soportado los embates de una desarticulación del pasado histórico, lo que ha sembrado dudas inclusive frente a la pregunta acerca de nuestro origen. Frente a uno que se pregunta si somos los mismos en la constitución de una nación. Y lo más grave: la percepción de futuro se ha presentado como una disyuntiva de ruptura. El ascenso de los sectores más desvalidos hasta el protagonismo político ha sido asumido desde una mirada conflictiva y no como invención de mundo. La carga simbólica no ha servido para la construcción de un imaginario social compartido (término grato a Cormelius Castoriadis),  sino que ha sido elevado al grado de indeterminación.

Quienes mayormente parecen entender – y he aquí la excepción que llama a las posibilidades positivas-  son los miembros de los grupos sociales plenamente conscientes de su ascenso, si a ver vamos los estudios realizados por diversas empresas de análisis social. En los focus group se expresan con propiedad y en dominio de un lenguaje incluso superior al de mucho político que pulula por las pantallas de la televisión. Allí expresan su apoyo a los avances sociales del gobierno, pero reivindican la permanencia de la empresa privada a la que asocian con creación y oferta de empleo. En otras palabras, no excluyen un sistema del otro. Lo resumen queriendo lo que consideran virtudes de ambos y las miran como no excluyentes. Cuando se les interroga sobre como denominarían a este híbrido responden: Democracia.

La revisión de estas respuestas nos lleva a encontrar, en primer lugar, una no inclinación hacia el conflicto en los sectores a los que, no sin ligereza, se atribuye mayor facilidad para el ejercicio violento y, en segundo lugar, una constatación del ascenso social como productor de una capacidad de visión que excede a la de los sectores que podríamos llamar ‘élites ilustradas”. Ello no puede conducir a conclusión distinta de la admisión de la existencia de un cambio de país que se acepta o se queda excluido, por encima inclusive de los afanes represivos del gobierno que continúa con su práctica agotada de focalizar la represión o de abusar del poder. El gobierno que originalmente hizo protagonistas terminará siendo un protagonizado.

Ahora bien, cualquier sospecha de pérdida de lo alcanzado puede determinar la aparición de la violencia. La falta del sector que se opone al régimen aparece así, fundamentalmente, como una incomprensión del imaginario de la mitad que lo respalda. La causa es muy sencilla: el objetivo se limita a su desplazamiento del poder y no a una alternativa de comprensión global del futuro compartible.

En el país que aparece el discurso está atravesado por una ambigüedad normal a lo que no es una especificidad, sino más bien una forma de reproducción social que avanza hacia una especie de identificación que excede a las tipologías, que busca un sentido al que debe ofrecerse una variante no populista (en el sentido de evitar la creación de un Estado-padre que no reclama comportamientos de superación) y que comience por admitir que esta imaginación de la relación social tiene vocación de futuro y que, al tenerla, marca el presente. De allí que el mantenimiento del conflicto en los términos descritos afecta de manera determinante lo real social pues va conformando una experiencia que puede conducir a la creencia de una repetición ineludible del pasado. Esto es, los sectores en ascenso pudieran llegar a considerar la realidad del enfrentamiento político de una u otra manera: como un ejercicio insuperable de la realidad o conceder una nueva forma de comprensión que los haga marchar hacia la imposición de una nueva posibilidad. Vista la concreción del presente en inflación, desabastecimiento, ineficacia y deterioro de la calidad de vida deberemos apelar a aquello que se ha dado en denominar la utilidad social de las ideas, esto es, que logremos las ideas se hagan evidencia social desde donde podamos iniciar la nueva lectura.



LO MAS VISTO EN ESTA SEMANA

Etiquetas

@_kiwii7 11A ADOLFO P. SALGUEIRO Agustin Blanco Muñoz Agustín Laje Alberto Franceschi Alberto Lossada Sardi Alejandro Guerra Alejandro Marcano Alejandro Peña Esclusa Alejandro Sosa Alfredo Coronil-Hartmann Alfredo García Deffendini Alfredo Weill ALICIA FREILICH Ana Diaz Ana Maria Da Costa Andres Reynaldo Anibal Romero Antonio Nicolás Briceño Braun Archivos e informes Argentina Arianna Arteaga Quintero Armando Duran Arteaga Sanchez Caracas CSI Carlos Alberto Montaner Carmen Cecilia Perez Carolina Arnone China cne Colaboracionismo Comunicados y Notas de Prensa comunismo Cosme Beccar Varela Cristal Montañez cuba Daniel Comisso Urdaneta Daniel Pérez David Guenni DD HH Delfin Gomez Parra Diego Augusto Loyo Rosales documentos Eddie Ramirez Edgardo Ricciuti Eduardo Mackenzie educación eleecciones Elias Buchszer Cabriles Eligio Cedeño Elinor Montes Entrevistas Eric Ekval ESDATA espacio España especiales Europa Exilio FAES Federico Boccanera Felipe Rodriguez Fernando C. Rodríguez foros Franklin Brito Franzel Delgado Senior Frate Frater America fraude Frente nacional de abogados FUNDEPRO Genaro Mosquera Gerardo Resplandro Gral. Angel Vivas Perdomo guerrilla Guillermo Salas Gustavo Arraiz Gustavo Coronel hilo Honduras Hugo Álvarez Pifano Humberto Maio Ignacio Gainzarain Imágenes y palabras de una realidad Irma Araujo Isa Blohm Iván Simonovis Jackeline Sandoval Jesús Antonio Petit jmfrancas Joaquín Chaffardet Jorge Rojas Jose Antonio Colina Jose Domingo Blanco "Mingo" Jose Luis Santanaria Jose Machillanda Jose Piñera JOSÉ TORO HARDY Juan Bautista Guevara Juan C. Sosa-Azpúrua Junta Patriotica Estudiantil y Popular La paseata Laura Prada Lazaro Forero León Arismendi letras Letras en la Oscuridad leyes ludwin moreno Luis Alberto Borges Castellano Luis Betancourt Oteyza Luis de Lion Luis Jose Uzcategui Luis Manuel Aguana Luis Marín Macky Arenas Manuel Artero Manuel De la Cruz María Angélica Quintana Mario Iván Carratú Molina Marisol Bolet Marisol Sarria Pietri Martha Colmenares Miguel Ángel Quevedo Miguel Fierro Monica Corrales mujeresdenegro nazismo Nelson Ramirez Noel Alejandro Leal Rojas Numa Frias Mileo ORDEN Orlando Viera-Blanco Oswaldo Alvarez Paz OTAN Otoniel Guevara Otto Gebauer Ovidio Pogioli Pablo Sanchez Patricia Poleo Pavel Quintero Pedro Carmona Peru Pilar Rahola PLINIO APULEYO MENDOZA Prisionero Politico Rafael Muci-Mendoza Rainiero Herrada Ricardo L. Suárez Roderick Navarro Roger. Noriega Rolando Guevara Romulo Lares Romulo Lares; Letras en la Oscuridad Rusi Sammy Landaeta Millán Sandra Añez Silvia Schanely de Suárez Soportes Soso Rojas Soy un PP space TAHIANNY PISANI Tamara Suju Teodulo Lopez Melendez Tiago Da Costa transcripciones Ucrania Valentin Arenas Vasco da Costa VenEconomía VenEuropa Venezuela Futura Victor R. Azuaje Videos Vivian Akel H. Viviana Padelin VotoLimpio Yuce Coronado zello