1 de Mayo de 2011
Este Lunes 24 de Abril, se cumplían 19 días de la vigilia permanente que los jóvenes de “Operación Libertad” y compañeros de distintas universidades del país, ejercían pacíficamente en los tribunales penales de la ciudad de Barinas, esperando la audiencia de conclusión del juicio que se le sigue al Gral. (Ej) Delfín Gómez Parra, por el caso del Central Azucarero Ezequiel Zamora y quien cumplió el pasado mes de Marzo, 5 años preso sin sentencia, habiéndosele negado todos los beneficios procesales y violándose sus derechos humanos de forma consecutiva.
Temprano en la mañana llegó desde el Centro Penitenciario de Los Llanos, estado Portuguesa, la comisión que trasladó al Gral. Gómez Parra a los Tribunales, pero la audiencia fue diferida por la Juez Angela Sosa Ruiz argumentando otro compromiso. De forma inmediata se llevaron al General de regreso a la cárcel en Guanare, camino que ha transitado durante estos 5 años seguramente en una zozobra indefinida causado por tantos diferimientos, ausencias y excusas.
Los jóvenes protestaron tal arbitrariedad, tal dilatación del debido proceso que más bien pareciera extenderse a propósito, e inmediatamente llegó casi un regimiento de la policía estadal, a reprimir la protesta que de forma pacífica llevaban a cabo los muchachos. Lo que ocurrió luego fue brutal. El abuso del uso de la fuerza policial por parte de los funcionarios que con rifles y botas de Robocop golpeaban y pateaban a jóvenes, periodistas y señoras, nos confirma que la represión continua siendo la orden contra quienes se atrevan a manifestar y exigir el respeto a los derechos humanos de quienes son perseguidos políticos del gobierno nacional.
Entre las primeras personas que recibieron golpes se encuentra la esposa del General Gómez Parra, Tahianny Pissani, quien al ver que reprimían a los jóvenes se les enfrento y les dijo casi textualmente que “no le tocaran a los muchachos que estaban defendiendo los derechos humanos de su marido”. Prácticamente fue arrastrada por los cabellos en el piso y golpeada brutalmente. Yo me pregunto ¿que pensaran los compañeros de promoción del Gral. Gómez acerca de estos atropellos que bien pudiera ser contra cualquiera de ellos?
A Lorent Saleh, unos de los jóvenes dirigentes al frente de la protesta, lo emboscaron según cuenta su compañera Marialvic Olivares, entre aproximadamente 20 funcionarios policiales y no solo lo golpearon con las cachas de sus armas y le dieron golpes y patadas, sino que lo arrimaron contra un vehículo y uno de los funcionarios lo agarró por los cabellos y le golpeaba una y otra vez la cabeza contra el vehículo, mientras los demás policías seguían golpeándolo en todo el cuerpo. 3 compañeros acudieron en su ayuda, provocando que la arremetida policial también se volcara contra ellos. Lorent Saleh tuvo la oportunidad de escaparse, no sin antes recibir una carga de perdigones a quema ropa, (a menos de 10 cm) que uno de los funcionarios le disparara en su pierna izquierda.
Muchos recibieron golpes, patadas y culetazos, incluso el reportero gráfico del diario El Nacional, Yonny Camacho, que sacaba fotos de la golpiza que estaban propinando a mujeres y jóvenes. EL cuenta que lo acorralaron contra una pared aproximadamente 15 policías cuya misión era quitarle la cámara y lo golpearon salvajemente en el estómago, espalda e incluso recibió un cachazo en la axila. Le llevaron los brazos hacia atrás entre varios, logrando despojarlo de su instrumento de trabajo. Luego de esto, fue montado en la “jaula policial” junto con los jóvenes Oswaldo Cedeño, Youhandre Isaac Saleh, Caterine Martínez y Lenard Gracía de JAVU, así como Sonia Camacho, dirigente nacional de la ONG mujeres de negro de 63 años, quien también había sido detenida y golpeada.
Estando dentro de la “jaula” la violencia contra los jóvenes detenidos continuó, los funcionarios les pegaban con los cascos, con las manos y como animales, con los pies. Al poco tiempo de ser llevado a la jaula el reportero, llego el General Guiseppe Casiopo, director de la policía y al verlo dentro, ordenó que lo bajaran, al reconocerlo como reportero.
Los detenidos fueron presentados el mismo día en el tribunal de control, imputados por los delitos de ultraje a funcionario público, resistencia a la autoridad y lesiones genéricas en perjuicio de una funcionaria de la defensa pública que nadie sabe quién es. La jueza Emperatriz Díaz prohibió a los señalados acercarse a la sede del Tribunal donde se realizó la protesta. Al momento de escribir estas líneas Sonia Camacho había decidido no presentarse ya que considera todo lo ocurrido una arbitrariedad en clara violación a los derechos fundamentales y no permitirá que le violen sus derechos.
Luego de haberles narrado los abusos y violaciones a los derechos humanos de estos venezolanos que fueron tratados como animales por quienes ejercen el poder de forma abusiva y con claro ensañamiento y discriminación, no me queda más que decirle a los lectores que la criminalización de la protesta ciudadana continuara mientras tengamos un gobierno irrespetuoso del estado de Derecho y de sus ciudadanos. La represión y el uso abusivo de la fuerza la ejerce quien ha demostrado que no quiere reconocer que la mayoría de los venezolanos quiere vivir en Democracia, bajo el respeto irrestricto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
Este caso pasa a engrosar el voluminoso expediente que por violaciones a los derechos humanos tiene este gobierno en la CIDH.
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